Ingrendientes: Mousse de café | 3-4 Personas 15-20min. |
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Preparación
1)Batimos las yemas con cuatro cucharadas de azúcar y las ponemos al baño María hasta (1/2 taza de agua) que se espese la crema.
Batir hasta que estén espesas y más claras. Volcar muy despacio y siempre revolviendo la leche caliente.
2)Apartamos del baño María y añadimos el café soluble, dejándolo enfriar sin parar de darle vueltas.
3)Una vez fuera del fuego se pone en un baño María invertido para que enfríe rápidamente, mezclando cada tanto.
Una vez hidratada la gelatina llevarla a baño María hasta que esté bien disuelta.
Incorporarla a la crema anterior.
A diferencia del baño Maria caliente que es para derritir o para cocciones lentas, el baño Maria Invertido es agua con hielo. Sirve para mantener fría cualquier preparación con crema, pescados y para detener la cocción de legumbres o verduras. Tambien se puede utilizar para enfriar postres que se deben hacer con agua caliente como jalea o semola.
4)Mientras montamos la nata, añadimos el azúcar restante y reservamos.
Aparte montamos las claras con unas gotitas de limón y una pizca de sal. Añadimos las claras a la crema que ya está fría dando vueltas en sentido envolvente. Se deja batiendo hasta formar un merengue bien consistente.
5)Se procede así: se incorpora la mitad del merengue mezclándolo bien para integrarlo.
El resto se agrega en forma envolente. A continuación agrega la nata, también dando vueltas en sentido envolvente e introduce la mousse en el congelador durante 1 hora, después sacala y dejala en el frigorifico. (hacerla el día de antes).
Antes de servirla adornala con nata montada utilizando una manga pastelera, espolvoreale un poquito nescafé y si quieres le colocas unas galletitas.
NOTA
Es imprescindible no pasarse con el café, porque sino puede quedar demasiado fuerte.
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