lunes, 19 de mayo de 2008

Anorgasmia, problema de muchas

La anorgasmia es la incapacidad para llegar al orgasmo tras una fase de excitación normal y producida a través de una estimulación que pueda considerarse adecuada en intensidad, duración y tipo. Por tanto, hay que partir de la base que esta disfunción sexual sólo puede probarse en tanto y cuando, la mujer no tenga orgasmos, tanto en las relaciones sexuales con una pareja como en la masturbación.

Eso sí, cuando hablamos de anorgasmia, suele tratarse de la femenina, pero puede ocurrir que afecte también a los hombres.
No hay que confundir este término con frigidez. Una mujer frígida es aquella que no siente deseo sexual, su cuerpo no responde a la estimulación y su vagina no llega ni a lubricarse, por lo que es una disfunción más grave.

Existen diversos tipos de anorgasmia entre los que se encuentran entre muchas otras, como la Anorgasmia primaria que la sufren las mujeres que nunca han obtenido el orgasmo ni a través del coito ni por la mastrubación, o la Anorgasmia secundaria, que la padecen las mujeres tras una época de haber tenido orgasmos con normalidad y dejan de experimentarlo de forma sistemática.


Hablaríamos de Anorgasmia absoluta si se diese el primer caso, Anorgasmia relativa si fuera el segundo, y Anorgasmia situacional si para disfrutarlo tienen que concurrir circunstancias específicas.
Y aunque existen varias tipologías, la más habitual suele ser la Anorgasmia coital, que hace referencia a la imposibilidad de alcanzar el orgasmo mediante la penetración vaginal.

Desde el punto de vista fisiológico, el coito es un procedimiento relativamente ineficaz para producir el orgasmo femenino. Por eso, muchas mujeres necesitan una estimulación complementaria, como la frotación del clítoris, para poder alcanzar el orgasmo.


El hecho de que algunas personas piensen que los “verdaderos” orgasmos son fruto del contacto del pene con la vagina es un error que lleva a la falta de estimulación suficiente para que la mujer logre el orgasmo.


Además, debido a que aún persiste la idea de que la única relación sexual adecuada es el coito, es normal que todas aquellas mujeres que no alcancen el orgasmo a través de la penetración presenten problemas de anorgasmia. Aunque en este caso, un simple cambio en sus conductas sexuales sería suficiente para superar este trastorno.

Sus causas son, generalmente, psicológicas. Tiene mucho que ver la educación recibida, el sentimiento de hacer algo malo por explorar el propio cuerpo, la culpa por estar muy metida en el papel de madre, sentimientos de rechazo de o hacia tu pareja habitual, y un largo etcétera. Aunque también puede darse debido a causas orgánicas, que, por otra parte, pueden concurrir a su vez, tales como enfermedades o traumatismos que afecten a los músculos genitales cuyas contracciones provocan el orgasmo, o la consumición de drogas o ciertos medicamentos.



Tratamiento de la anorgasmia


El tratamiento de las disfunciones orgásmicas debe ser individualizado y adaptado a cada caso en particular. En los casos de Anorgasmia primaria, en los que la mujer no ha logrado nunca tener un orgasmo, el objetivo principal es ayudar a eliminar la obsesión por conseguirlo. Una de las estrategias más utilizadas y efectivas es la autoestimulación.

Además, como la pareja no participa en las primeras ocasiones, la mujer no siente la presión de su demanda y puede dedicarse a sí misma. Una vez alcanzados los primeros orgasmos, el tratamiento se centra en que la mujer logre el orgasmo en las relaciones con su pareja.
En los casos de Anorgasmia secundaria, en los que las mujeres han dejado de alcanzar orgasmos en sus relaciones sexuales, se buscan las causas en tres áreas distintas: trastornos orgánicos (enfermedades, medicamentos, traumatismos, etc.), trastornos psicológicos (ansiedad, depresión, etc.) y problemas con la pareja.

Hablamos en anteriores post de “Libigel” que vendría a ser lo que la viagra resultó para el hombre. Actualmente se sigue con la investigación, pero sería uno de los mejores métodos para tratar este tipo de trastornos sexuales.
Ahora mismo, los médicos suelen aconsejar a sus pacientes la práctica de ejercicios específicos como los de Kegel, que permiten desarrollar los músculos que se encuentran en la parte externa de la vagina, y que contribuyen a experimentar placer.

Así que chicas ya saben, cualquier tipo de anorgasmia es más que normal, independientemente de la causa es posible su tratamiento. No hay que tener verguenza de acudir a un ginecólogo porque se trata de un transtorno que la mayoría de mujeres han sufrido alguna vez a lo largo de su vida.

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