Investigadores del Center for Mind and Brain de la Universidad de California en Davis, han conseguido demostrar cómo funciona la llamada “memoria de trabajo” situada en nuestro cerebro, la cual nos permite disponer de información útil mucho más rápidamente que la almacenada en la memoria principal.
Dichos investigadores afirman que esta memoria de trabajo actúa como una cámara de alta resolución, recogiendo del entorno características u objetos en alta resolución, desechando el resto de lo que vemos o percibimos, es decir eliminado el “ruido” sensorial.
Una serie de pruebas realizadas con voluntarios han demostrado que, actuando de esta forma, la memoria de trabajo nos ayuda a llevar a cabo actividades como resolver problemas nuevos o aprender un nuevo vocabulario.
Durante esta investigación, se mostró a un grupo de voluntarios un patrón de cuadrados de colores durante una décima de segundo, y después se les pidió que recordaran el color de uno de los cuadrados pulsando sobre una rueda de color. En ocasiones los participantes fueron completamente incapaces de recordar el color y pulsaron aleatoriamente cualquier punto e dicha rueda. Sin embargo, cuando pudieron recordar el cuadrado, normalmente pulsaron sobre un color que era muy parecido al color original.
Los primeros en mencionar la memoria de trabajo fueron Baddeley & Hitch en 1974. Descubrieron que dentro de la memoria de trabajo que realizando tareas como retener ocho dígitos, se suponía deberían ocupar toda la memoria a corto plazo, y observaron que todavía se podían ejecutar otras tareas que implicaban un uso de la memoria a corto plazo como comprender frases o recordar una lista de ítems.
Volviendo a la investigación, los científicos Luck Y Weiwei Zhang (autores de la misma), nos explican “utilizamos la memoria de trabajo miles de veces cada día sin que nos demos cuenta”. Continúan, “De hecho, la necesitamos para mantener los objetivos en la resolución de problemas, para razonar, o para la comprensión del lenguaje, y cualquier interferencia en ella condiciona negativamente nuestra capacidad de razonamiento”
La memoria de trabajo funciona reteniendo un número limitado de imágenes de alta resolución durante varios segundo, en lugar de una gran cantidad de impresiones borrosas. De ahí que se le haya impuesto el término de “Memoria RAM” del cerebro, ya que permite hacer una serie de cálculos independientemente de la memoria principal. Nuestra memoria a largo plazo nos sirve para albergar grandes cantidades de información durante largos períodos de tiempo, pero se accede a ella mucho más lentamente que a la memoria de trabajo.
Según Luck, la gente que puede albergar más información en la memoria de trabajo tiene niveles más altos de “inteligencia fluida”, es decir, mayor habilidad para resolver problemas nuevos. La memoria de trabajo también es importante para seguir objetos que desaparecen temporalmente de nuestra vista, y parece que también es usada cuando necesitamos reconocer objetos en entornos desconocidos.
Ahora el resto de la investigación se centra en conocer cómo funciona la memoria de trabajo en personas con ciertos condicionantes, como déficit de atención, hiperactividad y esquizofrenia. Y es que, tal y como explican los investigadores en Nature, los límites en la capacidad de almacenamiento de la memoria de trabajo afectan significativamente las habilidades cognitivas en una amplia gama de dominios.
Fuente: Center for Mind and Brain
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