martes, 4 de noviembre de 2008

Un ex periodista vive como Robison Crusoe en una isla

Brendom Grimshaw lleva 46 años haciendo realidad la novela que, con un título larguísimo que finalmente quedó en "Robinson Crusoe", escribiera Daniel Defoe en 1719.

Y es que Grimshaw, de 83 años de edad, vive desde 1962 como el más célebre de los náufragos en una pequeña isla de las Seychelles, en pleno Océano Índico. A diferencia de Crusoe, Grimshaw no llegó tras un naufragio, sino por decisión propia.


Reportero de profesión, Brendom había trabajado en el East African Standard, un diario de Nairobi, para después ser corresponsal de la agencia Reuters en Tanzania. A sus 37 años era un hombre con una intensa vida profesional y social.

Su agenda estaba llena de cenas, cócteles y fiestas que le hacían trasnochar. En 1962, llegó a la Moyenne de vacaciones y se quedó prendado de la isla.

Tanto, que decidió cambiar por completo de vida. Dejó el trabajo y se instaló en una casa prefabricada de madera, desde cuyo porche tiene una sensacional vista panorámica del Parque Nacional Marino de Santa Ana.

Un paisaje idílico que, aunque hayan pasado los años, sigue enamorándole.

Oferta de 40 millones

Acompañado por su amigo René, (un nativo al que apoda el viernes), al principio se dedicó a buscar el tesoro que el pirata Olivier Lausseur supuestamente había enterrado en la isla antes de que Francia lo apresara y ejecutara.

Pero su búsqueda fue en vano y, finalmente, Grimshaw se dio cuenta de que "el verdadero tesoro era mi isla. La gente viene de todo el mundo para disfrutar de unos días de este paraíso y yo vivo en él", explica sonriente.

Junto con su amigo, en estos años, plantaron la gran mayoría de los más de 16.000 árboles que hay en la isla, y alimentaron a las tortugas y los pájaros.


Tras rechazar los 40 millones de euros que un jeque árabe le ofrecía por la isla, Grimshaw ya ha creado una fundación para que, a su muerte, preserve del turismo esta isla donde sólo está su casa y un pequeño museo.

Y ahora me pregunto... ¿¡quien no quisiera tener una isla!?, seguramente todos pero... ¿rechazar 40 millones para disfrutar de una isla el poco tiempo que le queda? Si total me voy a morir, ¿por qué no disfrutarlos en otra cosa? O disfrutarían de este paraíso toda su vida, ¿qué piensan ustedes?

2 Comentarios:

Anónimo dijo...

El dinero sólo es dinero y tal como viene, se va. El paraíso, conservado, será siempre su paraíso, hasta que muera. Yo también los rechazaría, al menos a priori...quién sabe si los viera!

Lilian dijo...

Txemita! Teniendo en cuenta lo que nos dices creo que no dudarías ni un solo momento si te ofrecieran vivir en esa isla! Al menos a priori no..? xD Un saludo!! ;)

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