domingo, 22 de febrero de 2009

Los cientificos descubren el lobulo de los celos

Según el Dailymail, los celos es un vicio que pocos pueden evitar, pero que nadie ansia.

Y no puedo estar más de acuerdo, es obvio que uno no desea sentir celos o envidia por algo, por un lado porque te hace sentir desdichado e infeliz y por otro porque puede perjudicar a más personas que se encuentren a tu alrededor. Claro que decir esto es muy fácil, pero evitar ser celoso/a es mucho más complicado de lo que pueda parecer.

Pues como expresa el titulo de este post, los científicos han encontrado el área del cerebro que controla los celos.

Esta zona del cerebro en donde se rigen las actitudes celosas es compartida por la detección del dolor físico, de donde se puede deducir, porqué la envidia o los celos nos suele producir un malestar como si de un dolor físico se tratase.

Además, también se comprobó que la región que nos hace sentir bien a expensas de las desdichas o infortunios ajenos se encontraba en el mismo lugar. Esta región localizada por el equipo se denomina Schadenfreude.

Es interesante ver que la parte del cerebro que detecta el dolor físico también se asocia con dolor mental, dijo Hidehiko Takahashi, quien dirigió la investigación.

La envidia es corrosiva y fea y puede arruinar tu vida, dijo Richard Smith, profesor de psicología en la Universidad de Kentucky al New York Times.

Si usted es una persona envidiosa, usted tendrá dificultades para apreciar muchas de las cosas buenas que están ahí fuera, porque estará muy ocupado preocupandose por la apariencia que refleja.


En los experimentos, se les pidió a 19 estudiantes que hablaran de un rival con mas éxito, mientras se les realizaba un escáner de MRI, que controla la actividad cerebral.

El estudio japonés demostró que una parte de su lóbulo frontal se hizo más activo cuando los estudiantes sintieron celos de sus rivales.

A continuación, se les leyó una historia en la que el objeto de su envidia sufría una serie de desgracias, incluida la intoxicación alimentaria.

Los datos del escáner mostraron una mayor actividad en la parte del cerebro encargada de las sensaciones de recompensa, región que normalmente se ilumina cuando se reciben halagos sociales y fortuna financiera.

En japonés tenemos un dicho, las desgracias de los demás son como el sabor de la miel, dijo el Sr. Takahashi.

Los científicos observaron que cuanto más celos sentía una persona de otra, la región Schadenfreude denotaba mayor actividad en la persona. Parece haber una relación entre los celos y la zona Schadenfreude.

Ahora tenemos una mejor comprensión del mecanismo que surge cuando las personas se complacen con las desgracias del otro, afirmó el Sr. Takahashi.

Esta es la misma forma de procesamiento de las necesidades como el hambre y la sed.

Mateo Lieberman del departamento de psicología en la Universidad de California, Los Ángeles, dijo al New York Times:

El hambre o la sed que puedas sentir, resulta más agradable cuando finalmente comes o bebes.

Vía: Dailymail

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