miércoles, 24 de diciembre de 2008

La dramática historia de un modelo que lucha contra la anorexia y la bulimia

La anorexia y la bulimia no son enfermedades exclusivas de las mujeres. De hecho, cada vez se diagnostican más casos de varones a quienes la presión por estar siempre delgados les lleva a someterse a horas de ejercicio maratoriano y a dejar de comer.

Las cifras hablan por sí solas: en los dos últimos años, el número de hombres con trastornos alimentarios ha aumentado un 44%, y lo ha hecho con especial incidencia en la franja de edad que va de los 13 a los 18 años.

El estadounidense Jeremy Gillitzer es un claro ejemplo de lo que dicen estas alarmantes estadísticas. Tiene 37 años y lucha desde hace 25 contra la anorexia y la bulimia.

A pesar de sus trastornos con la comida, consiguió tener un cuerpo de infarto y ser modelo profesional, pero el año pasado tocó fondo tras una ruptura amorosa que lo sumió en una profunda depresión y lo convirtió, literalmente, en un saco de huesos.

Llegó a pesar sólo 38 kilos y a tener un índice de masa corporal de 12, cuando la delgadez severa, que ya es muy preocupante, se sitúa en 16.

Fue entonces cuando se dio cuenta de que debía poner fin a su problema si no quería morir y se puso a manos de un especialista. Jeremy ahora está haciendo todo lo posible por volver a llevar una vida normal y, como parte de este proceso, ha decidido contar su historia para abrir los ojos a todos aquellos que se encuentran en su misma situación. "Quiero evitar que otros acaben como yo (dice tajante). No puedo creer lo que he hecho con mi cuerpo".

Su historia

Natual de Minneapolis (Estados Unidos), Jeremy Gillitzer comenzó a sufrir trastornos alimentarios a los 12 años. Tenía sobrepeso y los niños se burlaban continuamente de él.

Harto de ser el hazmerreír de sus amigos y compañeros de clase, empezó a dejar de comer los platos generosos que le preparaban su madre y a contentarse con porciones cada vez más pequeñas.

Jeremy, pasado el tiempo y entrado en la adolescencia, su sobrepeso se juntó con otro problema: su orientación sexual. Se sentía atraído por los varones y no sabía como afrontar la situación. Las porciones de comida se fueron reduciendo hasta el punto de que su cuerpo, cada vez más debilitado, se quedó en 25 kilos.

Preocupados por la salud de su hijo, sus padres lo llevaron al médico de cabecera, quien muy claro en el diagnóstico: anorexia. Jeremy ingresó en un hospital infantil para tratar su enfermedad, donde estuvo internado durante un mes bajo un régimen muy severo: si no comía o no ganaba peso, le prohibían ver la tele, llamar por teléfono o incluso las visitas de sus familiares.

No le quedó más remedio que comer y volver a recuperar su pero normal. Sin embargo, al regresar a casa volvió a las andadas. Y sinceramente no me extraña nada, ya que siguiendo este método que hoy en día se sigue haciendo en muchos centros, es lamentable que se trate de solucionar una enfermedad tan grave como es la anorexia, sobre todo en adolescentes y niños, donde el campo psicológico es muy amplio e importante, y creo que no solo restringiendo se llega a la solución verdadera.

Y así es como a los 18 años, apenas pesaba 32 kilos. Volvió al hospital y entonces comenzaron los pensamientos suicidas: llegó a cortarse con cuchillas de afeitar.

De nuevo en su casa, la situación era insostenible y se fue a vivir con sus abuelos. En esa época, experimentó una clara mejoría. Aceptó su homosexualidad, empezó a hacer amigos y a divertirse por primera vez en la vida. El gimnasio se convirtió entonces en su segundo hogar. Desarrolló su físico y se volvió musculoso.

Con semejante físico no es de extrañar que, a los 25 años, cuando estaba estudiando Ciencias Políticas, un amigo de la facultad le sugiriera convertirse en modelo profesional. Y, aunque seguía sin sentirse contento con su aspecto, decidió probar suerte.

Pasado un tiempo conoce a un chico del que se enamoró perdidamente y sus problemas de anorexia y bulimia desaparecieron completamente. Pero todo volvió a derrumbarse hace tres años cuando rompió con su novio. Volvió al hospital, pero la depresión que tenía era tal que no hacía ningún esfuerzo por mejorar.

A lo que Jeremy aclara: "Afortunadamente, hace un año comencé a ver las cosas de manera más positiva. Me están tratando en una unidad especializada y quiero ser otra vez el de antes. Definitivamente, quiero vivir. Por primera vez en mucho tiempo, hay comida en mi nevera, son porciones pequeñas, pero es un gran paso para mí", concluye.

6 Comentarios:

Anónimo dijo...

tenas pobre yo qisiera poder ayudar a todos las qkellas personas q muren humanos o animales lastima y tan lindo q era anes

Lilian dijo...

Pues si, es una lástima comprobar como un chico con todo un futuro prometedor por delante puede llegar a tener un aspecto tan lamentable en tan poco tiempo, y lo peor de todo, es que en esta sociedad pasa cada vez más a menudo. Un saludo!

Anónimo dijo...

CUANDO COMENCE MI LICENCIATURA EN ENFERMERIA Y OBSTETRICIA, ESTABA BIEN, HACIA EJERCICIO REGULARMENTE, TENIA LAS TRES COMIDAS BALANCEADAS. Y A PESAR DE LAS CRITICAS DE MIS FAMILIARES Y CONOCIDOS DE QUE ME VEIA GORDA, NUNCA LES TOME ENSERIO, PUESTO QUE MIDO 1,56 Y PESABA EN ESE TIEMPO 54-55 KILOS. TODO CAMBIO AL PASAR AL SEGUNDO SEMESTRE DE MI CARRERA, CADA VEZ TENIA MÁS TAREA, TRABAJOS EXTRACLASE, QUEHACERES EN LA CASA Y ADEMAS MI TRABAJO. DURANTE VACACIONES DECIDI PONERME EN FORMA PUESTO QUE HABIA SUBUDI UN POCO DE PESO Y POR SUPUESTO EL CONTROL DE MIS ALIMENTOS, INGERIA MAS VERDURA QUE PROTEINAS Y VASTANTE AGUA; HABIA PASADO CERCA DE UN MES Y DE UNA HORA DE RUTINA DIARIA DE EJERCICIO PASO A SER DOS HORAS, MIS ALIMENTOS SE CONVIRTIERON EN UNA SOLA RACIÓN, Y CUANDO REGRESE A CLASES MIS COMPAÑERAS LO NOTABAN, PERO YO NO, TRANSCURRIO EL TERCER SEMESTRE Y TRAS TODO EL TRABAJO QUE TENIA, COMENZE A OLVIDAR COMER. CADA VEZ QUE INGERIA UN ALIMENTO ME DABA VOMITO. DESPUES CONOCI AL QUE ACTUALMENTE ES MI ESPOSO, EL SE DIO CUENTA DE LO QUE ME PASABA, ME HA AYUDADO DEMASIADO. LO QUE QUIERO DECIR QUE YO NO COMENCE CON EL PROBLEMA DE BULIMIA Y ANOREXIA A UNA EDAD DE LOS 13 AÑOS SINO QUE A LA EDAD DE 22 AÑOS Y ACTUALMENTE TENGO 30, Y NO SE QUE HACER, ES ALGO QUE ME CUESTA TANTO TRABAJO, YA QUE SOY MAMA Y TENGO MUCHOS KILOS DEMÁS. AVECES ME SIENTO TAN CULPABLE CUANDO COMO ALIMENTOS,ESTOY TRATANDO DE BAJAR LO MÁS SANAMENTE POSIBLE SIN DEJAR DE COMER, AVECES CON EXITO, AVECES SIN CONTROL, PUESTO QUE LO PIERDO. SI ESTOY CONCIENTE DE LO QUE ME SUCEDE, PERO LA SOCIEDAD NO SE DA CUENTA QUE NO ES UNA ENFERMEDAD QUE LAS PERSONAS QUIERAN ADQUIRID, ES ALGO QUE TE EMPIEZAN A IMPONER, PRIMERO CON UNA DIETA RICA EN CARBOHIDRATOS, LO MAS LOGICO QUE TE PASA ES QUE ENGORDAS; DESPUÉS COMO YA NO LES PARECES LO SUFICIENTEMENTE ATRACTIVA A LA VISTA, EMPIEZAN A ETIQUETARTE, A ESTO SE SUMA EL BOMBARDEO VISUAL Y SICOLÓGICO, MÁS LA ABRUMADORA REALIDAD DE QUE EN LAS TIENDAS DE ROPA, UNA TALLA 13 SE VUELVE UNA TALLA 11 Ó 9, ENTONCES COMO QUIEREN VERNOS EN REALIDAD? Y PARA TERMINAR VERVALMENTE TE REPRIMEN. VIVO SUFRIENDO POR NO SER ACEPTADA, ME SIENTO TRIZTE Y ADEMAS TENGO QUE SEGUIR LUCHANDO POR NO VOLVER A CAER EN LA BULIMIA Y ANOREXIA APESAR DE QUE HE COMENZADO A BAJAR DE PESO.

Lilian dijo...

¡Hola Ánonima!
Antes que nada te pido disculpas por la demora de mi contestación, te he querido responder nada más leerlo, es más, me ha parecido tan interesante tu historia que si me lo permites he querido dedicarte mi último post en respuesta a tu comentario.
Espero que te sirva y no dudes en volver a escribir si así lo ves necesario. De nuevo disculparme por la demora de mi respuesta, y recuerda que para ver el post que he escrito solo tienes que dirigirte a la página principal haciendo clic en el botón INICO, situado en una de las pestañas que se encuentran al principio de esta misma página.

¡¡Un saludo!!

Anónimo dijo...

Lastimosamente muere el 10 de junio de 2010, aunque trato de sobrevivir no pudo con la anorexia que le quito la vida. Que pena ! T-T

Marcelo Roca Urioste dijo...

que lindo papito me gusta estoy soltero quien me la pone duro

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