Este informe alerta, además, de que cada 4 de cada 10 españolas de entre 15 y 50 años no utiliza ningún método.
Los especialistas advierten que la "marcha atrás" no sólo no protege de las enfermedades de transimisión sexual, sino que, además, es un método anticonceptivo muy poco eficaz (de cada 100 mujeres que lo utilizan, entre 10 y 38 se quedan embarazadas).
El "coitus interruptus" es, además, poco satisfactorio para la mujer, ya que dificulta o imposibilita la consecución del orgasmo. Puede tener efectos psicológicos negativos en las parejas, de hecho hay estudios que detectan una disminución de la frecuencia en las relaciones sexuales, del deseo sexual, de la espontaneidad y de la capacidad de tener orgasmos, entre las parejas que usan este método.
En el hombre, puede provocar eyaculación precoz ya que ocasiona tensión, pues estar pendiente del orgasmo interfiere en vuestra respuesta sexual.
Los motivos por los que tantas parejas recurren a este método van desde las creencias religiosas o naturistas a, simplemente, la improvisación a la hora de mantener relaciones sexuales.
Podremos destacar los siguientes puntos:
Consiste en retirar el pene de la vagina antes de que se produzca la eyaculación. Es un método que interfiere en la relación sexual negativamente porque produce insatisfacción, principalmente en la mujer.
No se trata de un método fiable, ya que antes de la eyaculación se produce una pequeña emisión de semen no controlada que puede provocar un embarazo no deseado.
Es importante recordar que la "marcha atrás" no nos protege de contraer una infección de transmisión sexual.
Además, se trata de un método arriesgado, ya que no siempre es fácil que el chico pueda controlar el momento de la eyaculación.
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