Dormir es el mejor tratamiento de belleza. Mientras tú tomas tu merecido descanso nocturno, la piel repara los daños sufridos durante el día y se nutre de sustancias que la mantienen joven y bella.
Descubre el poder de las cremas que trabajan para ti en turno de noche.
1) Tu piel no descansa mientras duermes
Durante el día, la piel está tan ocupada protegiéndose de las agresiones del sol, los cambios de temperatura y la contaminación que no tiene ni un sólo minuto de descanso, pero al caer el sol despliega todos y cada uno de sus mecanismos de regeneración.
Cura noctura. Alrededor de las nueve de la noche, la piel mejora la permeabilidad cutánea y aumenta la secreción de las grasas que la mantienen hidratada. Cuando el reloj marca las diez, se inicia la reparación de las células dañadas y se activa la producción de sustancias tensoras.
Durante el descanso, nuestra circulación sanguínea también mejora, lo que favorece la eliminación de toxinas y aumenta la oxigenación de la piel.
2) Buenos hábitos para un cutis de ensueño
Potencia el proceso. Para intentar obtener el máximo provecho de todos estos beneficios, es conveniente que te desmaquilles nada más llegar a casa en lugar de antes de irte a dormir y, sin más demora, te extiendas la crema de noche por todo el rostro y el cuello.
Si te aplicas este cosmético bastante antes de la medianoche, la crema tendrá tiempo suficiente para hacer su trabajo.
Trasnochar pasa factura. Según los expertos, la regeneración de las células de la piel alcanzan su punto más álgido hacia la una de la madrugada, así que procura que ese momento culminante te pille en la cama.
Tras una noche de fiesta, de poco sirve levantarse tarde, ya que la producción de melatonina, la también llamada "hormona de la juventud", que se segrega mientras dormimos, disminuye de forma drástica hacia las ocho de la mañana, estés o no durmiendo.
3) Diferencias entre la crema de día y noche
Alta concentración de activos. Como por la noche, la piel está más receptiva y permeable, las cremas de noche pueden aportar una mayor proporción de agentes hidratantes y tensores.
Estos productos son no sólo más ricos en nutrientes, sino más untuosos (graso y pegajoso), dado que durante las horas de sueño no se hace necesario evitar la aparición de brillos en el cutis.
No te confundas de horario. En las cremas de noche se pueden utilizar ingredientes de gran potencia, pero que no son aptos durante la jornada diurna porque son incompatibles con el sol. Es por este motivo que la crema de noche no puede usarse por la mañana, en sustitución de la hidratante de día.
4) Una crema de noche para cada edad
Según los expertos, la crema de noche debería introducirse en el ritual de belleza diario a los 30 años.
A partir de los 30. A fin de atenuar las tensiones acumuladas durante el día y borrar la expresión de cansancio, es importante que el cosmético contenga sustancias antiinflamatorias y antifatiga.
A partir de los 40. Además de emplear una crema de noche con ingredientes antiedad que garanticen la elasticidad de la piel (retinol, ácido hialurónico, vitamina C, etc.), empieza a urgir el uso de cremas de noche específicamente diseñadas para el contorno de los ojos.
A partir de los 50. Es imprescindible escoger una crema nutritiva que estimule la renovación celular, un proceso que disminuye con el paso de los años. La elastina y el colágeno son los ingredientes estrella de las cremas de noche para pieles maduras, gracias a su capacidad para ralentizar el descolgamiento cutáneo.
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