El chequeo es el mejor instrumento para calibrar cómo está tu salud, detectar problemas a tiempo, ayudarte a modificar hábitos que te perjudican y prevenir futuras enfermedades. Piénsalo bien, si tú misma llevas el coche cada cierto tiempo para que lo revisen, ¿no crees que deberías hacer lo mismo con tu cuerpo?
Los chequeos médicos se dividen en dos tipos: los básicos y más generalistas, que suelen incluir control de peso y talla, toma de tensión, auscultación, pruebas de movilidad, respiración y agudeza visual, revisión general del cuerpo y análisis de la sangre y la orina. Conviene realizarlos sobretodo desde la adolescencia. Y por otra parte se encuentra los especiales que se centran más profundamente en un área del cuerpo (dientes, oídos, ojos, aparato genital...) y que incluyen pruebas y en ocasiones análisis más específicos.
A continuación te muestro el esquema según las revisiones recomendadas para hacerse a lo largo de tu vida:
A QUÉ EDAD | FRECUENCIA | |
| Básico | A partir de los 20 Cumplidos los 30 | Cada 2 años 1 vez al año |
| Dientes | Desde la infancia A partir de los 35 | 1 vez al año Cada 6 meses |
| Ojos | A partir de los 20 Cumplidos los 30 | Cada 2 años 1 vez al año |
| Nariz y Garganta | A partir de los 20 Cumplidos los 30 | Cada 2 años 1 vez al año |
| Corazón | A partir de los 30 Cumplidos los 40 | Cada 2 años 1 vez al año |
| Ginecólogo | A partir de la regla Cuando ya se tienen relaciones sexuales o se han cumplido los 30 | Cada 2-3 años 1 vez al año |
Existen personas las cuales han vivido sin llegar a pisar nunca un dentista o un ginecólogo. A veces por pudor y otras porque creemos que no nos hace falta. Ojo, no digo que esas personas que nunca hayan visitado a un especialista no estén tan sanas como otras que si lo han hecho; pero siempre es bueno tener la opinión de un especialista, sobretodo cuando se trata de una misma.



DECORA EL AMBIENTE: No digo que se tenga que hacer siempre, pero no viene mal de vez en cuando preparar un encuentro romántico. Unas cuantas velas aromáticas colocadas aleatoriamente por toda la habitación sin sobrecargarla mucho; unas 4 o 5 velas son más que suficientes para que se cree una luz tenue (El olor de vainilla es muy erótico); unos pétalos de color rojo esparcidos sobre la cama (Pueden ser pétalos olorosos de plástico que se venden en bolsitas) y una música con un sonido muy suave sería el último paso opcional a elegir, teniendo en cuenta que todas estas recomendaciones van dirigidas a los gustos de nuestra pareja y por supuesto al de los nuestros propios.







