Pasaron más de 60 años desde que el alemán Ernst Gräfenberg describiera esa pequeña protuberancia femenina presente en ciertas vaginas. Y pasaron casi tres décadas desde que otros investigadores sexuales le pusieran nombre, Punto G, en honor a ese especialista alemán. Sin embargo, la ubicación de esta fuente inagotable de placer sigue siendo causa de disputas. Ahora, un profesor italiano dice que descubrió dónde está exactamente. Y explica a todos cómo encontrarlo.
Emmanuele Jannini da clases en la Universidad de L'Aquila. Y tuvo una idea: preguntarle a veinte mujeres si tenían o no orgasmos vaginales. Nueve dijeron que sí. Les hizo una ecografía transvaginal a todas. Y resultó que las nueve que habían dicho que sí, tenían un tejido más grueso que las otras once. Ese grosor, explicó Jannini, está entre la uretra y la vagina. Pero asegura que las mujeres que no tienen el engrosamiento no pueden experimentar el orgasmo vaginal.
"¿Cómo sería posible un orgasmo si no hubiera nervios ni vasos sanguíneos para provocarlo?". Tenerlo tampoco es garantía de goce: "El orgasmo parte del cerebro, si no está en sintonía con el cuerpo no se produce", dice Jannini.
El italiano da pistas para encontrar el punto exacto: hay que buscar en la parte superior frontal de la vagina a un dedo de profundidad. No todas las mujeres, dice Jannini, tienen un punto G similar. En algunas la superficie es más grande y rugosa. El tamaño aumenta con el estímulo, y crece con la excitación. Es más efectiva la estimulación manual que la penetración.
No es la primera investigación del tema que hace Jannini. En 2002 publicó un trabajo que decía que en el Punto G hay glándulas (de Skene) y vasos cavernosos (el clítoris profundo) que tienen mediadores bioquímicos iguales que los de la erección masculina: "La óxido nítrico sintasa y la PDE5, que son la máquina bioquímica de la excitación".
Ante esta afirmación no tardaron en salir las pegas y las contradicciones de sexólogos y psicólogos que no estaban de acuerdo con la teoría del profesor italiano o que simplemente no le daban ninguna credibilidad.
Adrián Sapetti, sexólogo y psicólogo de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana afirma que cada mujer es diferente y que cada una tiene una zona erógena distinta. “No hay que buscar este punto obsesivamente porque no es fácil encontrarlo y es una gran error confundirlo con el clítoris” afirma.
Otros por su parte, aseguran que la respuesta orgásmica siempre es vaginal y es posible que algunas mujeres tengan más o menos desarrollada la zona del punto G, pero esto no habilita a pensar que esa zona más desarrollada es la única que facilita el orgasmo.
Para la psicóloga y sexóloga Diana Resnicoff, haber "fotografiado" la zona con una ecografía es lo más original de Jannini: "Pero creo que es muy tajante decir que hay mujeres que lo tienen y otras que no, y que esas no van a lograr nunca un orgasmo. De ninguna manera es determinante para lograr el orgasmo. Si una pareja tiene ganas de explorar, esto puede ser un buen juego, pero nada más. Que no se transforme en un nuevo deber ser".
Muchas diversidad de opiniones y nada claro. Ante todo saber que cada mujer tiene su propio "orgasmo personal" y su forma de sentirlo. Debemos de aprender a conocer nuesto cuerpo para poder llegar a descubrir diversas formas de placer que permitirán obtener un placer mucho más intenso.
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